Ya no hay brillantes auroras para saborear, solo relámpagos y el sueño al que todo finalmente despertó. No se de que manera rechazar el vapor de los recuerdos de una noche fría, bajo un móvil estelar.
En definitiva ya no estoy seguro si es un recuerdo o un lindo sueño que tuve dibujandote en un espacio de mi mente añorando fuese realidad y no un brumoso momento…
Sé que durante mis haraganes memorias y mis parpadeos de sueño prolongados, una sonrisa destruye la amargura de mi portada, también sé, que en ocasiones la demencia invade mi mente jugando con mi olfato, con mi vista, con mi tacto y mi computadora, al igual con mis oídos y mi guitarra, haciendo que por un instante me integre a la composición en la que anhelo estar... Sin embargo, mi corazón esta seguro y me hace reaccionar, golpea con la noche mi rostro, patea mi pecho con el sol, sujeta mi abrigo y mi cuello con la radio, y mi saliva hace sangrar mi boca… entonces despierto! y simplemente cuando despierto sé que ya no estas... El sueño queda en el sueño, pero el dolor es real.
Me ausento buscando el lugar exacto en la tierra, donde quedaron sumergidos nuestros sueños, nuestras sonrisas, el aroma de tu café, la sensación de tus agujas en mi espalda y tus palmas en mi rostro, la sal de tus hombros, el calor de tu respirar y los recuerdos de un futuro juntos, pero ya no están, nunca brotaron... simplemente se fueron con la corriente de este rocoso mar.
Un sabor a ceniza y tragos de desamor es a lo que sabe mi despertar. Los días lloran por mi, cuando yo ya no puedo hacerlo… Se que en tu corazón, late la felicidad y sonrío cuando la imagen llena mi mente, Dios tenia un plan maestro, al cual aun no consigo obedecer, quizá porque siempre lo rechacé, pero el propósito es lo que cuenta y la luz en tus ojos y tu sonrisa, son su gran obra.
Quizá la única realidad que anhelo se quedo en un sueño que tuve bajo la inmensidad oscura del cielo, un cielo lejos de aquí, el calor de tu compañía a mi lado, y el sonido de tus palabras y tu sonrisa.
Commissar Betrayal